El director de la línea de Alta Velocidad Madrid-Castilla-La Mancha-Valencia-Murcia, Santiago Cobo, ha asistido a la última voladura con la que ha finalizado la fase de "cale" o de perforación del túnel de la Sierra de Altomira, a la altura de Uclés (Cuenca).

En declaraciones ante la prensa ha afirmado que "básicamente todo va en orden" para que en 2010 "se realice el enlace y comience la explotación del servicio ferroviario de alta velocidad entre Madrid, Cuenca y Valencia".

Ha indicado que los tramos de la línea entre Madrid y Valencia se están desarrollando a una velocidad muy alta, de forma que las obras de la plataforma entre Madrid y Cuenca concluirán a mediados de 2009 salvo en el caso del túnel de Regajal, entre Aranjuez y Ontígola, que lo hará en el otoño de ese mismo año.

También están ya licitadas todas las obras de señalización entre Madrid y Valencia y se espera que se adjudiquen en el mes de julio, en tanto que las obras de la catenaria y las subestaciones se han adjudicado recientemente, ha añadido Cobo. A su vez, las obras que quedan por ejecutar, que son más complicadas, son las del túnel de Regajal, que es geológicamente muy complejo; la estructura de túneles y viaductos que hay que hacer en el embalse de Contreras; un túnel de 7,2 kilómetros doble en Sieteaguas y Buñol y el soterramiento de la vía en Valencia.

Según Cobo, el túnel de la Sierra de Altomira no es un túnel especialmente largo, pero que ha sido "especialmente significativo" porque tuvo muchos problemas constructivos al comenzar las obras, ya que en su interior apareció una cueva de unos 60 metros de longitud y 12 metros de altura que era "absolutamente inestable". Esta circunstancia hizo necesario que se cambiaran los planes iniciales y realizar una actuación muy compleja para poder construir el túnel, ya que se trataba de una cueva de rocas calizas que estaban en fase terminal y apoyadas de forma caótica.

Para poder continuar las obras los técnicos han tenido que hacer inyecciones de lechadas de baja movilidad, con el fin de conseguir que los apoyos entre bloques fuesen estables y también formar un pre-túnel alrededor de la excavación. En total el túnel tiene una longitud de 768,4 metros, de los que 635,16 corresponden a excavación de túnel en mina y los restantes 133,24 a túnel artificial y emboquilles. El método de excavación que se ha utilizado es el denominado "nuevo método austríaco", que consiste en la realización de la excavación en dos fases.

En una primera fase, denominada de fase de avance, se excava la zona superior de la sección y en una segunda fase, llamada de destroza, se excava la zona inferior, utilizando en ambos casos explosivos para abrir el interior del túnel. El desarrollo de las obras de construcción del túnel ha requerido hacer entre 150 y 200 voladuras de franjas de terreno de 1,3 a 4 metros de longitud, dependiendo de la calidad de las rocas, utilizando como explosivos goma 2 y nagolita, según ha explicado el director de la obra, Raúl Correas.

Las obras de construcción del túnel de la Sierra de Altomira están incluidas en el tramo Uclés-Campos del Paraíso, que tiene 8,4 kilómetros de longitud, que fueron adjudicadas a la empresa Ploder S.A. por 42,05 millones de euros, mientras que el plazo de ejecución de las mismas es de 21 meses. Además del túnel, el tramo tiene como elemento más destacable un pontón sobre el río de la Vega, formado por una triple bóveda de luz libre interior.

Las actuaciones que, en materia de ferrocarriles, se ejecutan dentro del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte 2005-2020 (P.E.I.T.), pueden consultarse en la sección "El PEIT, al Día".