El Consejo de Administración de Adif ha
aprobado en su reunión de hoy la adjudicación
de tres contratos para el suministro y transporte
de traviesas, carril y balasto para el tramo Almansa-Caudete
de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Castilla
La Mancha-Comunidad Valenciana-Región de
Murcia, por importe de 26.167.062 millones de euros.
En concreto, se ha adjudicado el suministro de
traviesas por importe de 10.106.714 euros a la Unión
Temporal de Empresas (UTE) compuesta por las compañías
Travipos y Prefabricados Delta. El contrato comprende
la fabricación de 114.400 traviesas monobloque
de hormigón para ancho internacional con
sus correspondientes sujeciones, su carga y transporte
hasta las zonas de acopio establecidas, así
como la descarga de las mismas.
El contrato para el suministro y transporte de
carril ha sido adjudicado, por importe de 8.386.968
euros, a ArcelorMittal España, y comprende
la laminación de 8.300 toneladas de carril
en barra elemental de 90 m, el transporte hasta
la planta fija de soldadura eléctrica, la
base de acopio o la traza. También contempla
la asistencia y medios humanos para la descarga
de las barras.
Asimismo, incluye las soldaduras eléctricas
necesarias para formar las barras largas de 270
m, que se realizarán en la planta fija de
soldadura, su transporte hasta la base de acopio
o traza, y su descarga.
Por último, se ha adjudicado por importe
de 7.673.380 euros el suministro y transporte de
balasto a la UTE integrada por Pórfidos Internacionales
de Alhama y Pórfidos del Mediterráneo.
Este contrato contempla tanto la fabricación
del material en cantera como su transporte desde
el lugar de producción a las zonas de acopio
definidas a lo largo de la traza del tramo. La cantidad
de balasto que se suministrará a las obras
será de 330.000 t.
El balasto es la capa de material pétreo
que se intercala entre la plataforma y las traviesas
de la vía, sus funciones principales son:
transmisión homogénea de la cargas
que soportan las traviesas hacia la plataforma,
alta resistencia longitudinal y transversal para
las traviesas con el fin de mantener la geometría
de la vía, buena permeabilidad al aire y
al agua para mantener la capacidad portante de la
plataforma, garantizar la elasticidad de la vía
y permitir la corrección de la posición
de la vía tras una alteración en la
misma.
Para que el balasto cumpla todas estas funciones
debe tener unas características físico-mecánicas
determinadas (tamaño, granulometría,
forma, resistencia al desgaste, etc), que vienen
definidas en los correspondientes pliegos de prescripciones
técnicas.
Las actuaciones que, en materia de ferrocarriles,
se ejecutan dentro del Plan Estratégico de
Infraestructuras y Transporte 2005-2020 (P.E.I.T.),
pueden consultarse en la sección "El
PEIT, al Día".