Este
ferrocarril de vía métrica se construyó ante la necesidad
de establecer líneas secundarias de vía estrecha que
establecieran comunicaciones comarcales donde, con los
ferrocarriles de ancho nacional, resultaba demasiado
costosa la construcción ante el tráfico que podía esperarse.
Tenía por objeto facilitar el acceso a Madrid de los
abastecimientos agrícolas de la zona de los valles de
los ríos Guadarrama y Alberche. Hasta entonces se efectuaba
en pesados carros arrastrados por mulas que conducían
las mercancías hasta los mercados de Madrid.
La sociedad, de capital
belga, fundada con el nombre de Ferrocarril de Madrid
a Villa del Prado, obtuvo la concesión del tramo Madrid-Navalcarnero,
el 8 de enero de 1884, y el de la prolongación hasta
Villa del Prado, el 7 de septiembre de 1889.
Las obras comenzaron
en 1887, inaugurándose el primer tramo de 31,532 Km, el 15 de julio de 1891 y el siguiente, de 30,230 Km, el 26 de diciembre de ese mismo año.
El 14 de mayo de 1898
obtuvo la concesión para prolongar la línea en 11,661
Km hasta la localidad toledana de Almorox. Este tramo
sería inaugurado el 29 de julio de 1901, sumando el
ferrocarril una longitud total de 73,423 Km.
Proyectos de expansión
Una vez inaugurado el tramo de
Almorox, la Compañía acometió una serie de ambiciosos
proyectos. Uno de ellos, concedido en 1894, perseguía
la prolongación hacia el oeste entre Rincón y Sotillo
de la Adrada; otro pretendía llevar los carriles hasta
Talavera de la Reina para enlazar con la línea de MCP.
Sin embargo ninguno de ellos llegó a materializarse.
Durante la Dictadura
de Primo de Rivera se estudiaron los proyectos de prolongación
hasta Arenas de San Pedro, partiendo desde Villamanta
y llevar la estación hasta la Plaza de España, donde
se establecería un subterráneo, ya que la terminal a
orillas del Manzanares, a la altura del puente de Segovia
y situada en la famosa “Quinta de Goya” de la que tomó
nombre, se hallaba demasiado apartada. Pero la competencia
de la carretera se hacía ya sentir y la compañía fue
nacionalizada. Ninguno de aquellos proyectos, precursores
uno de ellos del posterior suburbano, se llevó a la
práctica y un Decreto-Ley de 3 de enero de 1930 determinó
el rescate de la compañía por parte del Estado. A partir
del 1 de febrero de 1930 los servicios corrieron a cargo
de la Jefatura de Ferrocarriles del Estado, que se transformaría
en FEVE en 1965.
Durante la guerra civil,
la línea sufrió bastantes daños, entre ellos, quedó
destruido el edificio de la estación de Alcorcón. Después
de la contienda, la Jefatura llevó a cabo ciertas mejoras,
principalmente en la vía, acometiéndose la renovación
del parque de coches de viajeros que iría seguida, a
mediados de los años 50, por la del material motor que
alargaron la vida del ferrocarril hasta su completa
clausura en 1970.
Locomotoras de vapor
El servicio se inició con cinco
locomotoras ténder, de tres ejes acoplados construidas
por Krauss, de Munich, con los números de fábrica 2296
a 2300. En la compañía fueron numeradas de la 1 a la
5, recibiendo los nombres de los topónimos locales de:
“Madrid”, “Guadarrama”, “Navalcarnero”, “Alberche” y
“Villa del Prado”. En 1893 se adquirió en Bélgica a
los talleres Couillet, una locomotora articulada Mallet;
una de las primeras de doble expansión que circularon
por España.
Para hacer
frente al crecimiento del tráfico tras la apertura del
tramo a Almorox, se pidieron nuevamente a la casa Krauss
dos locomotoras más, iguales a las ya existentes, que
fueron numeradas como 9 y 10. La primera, “Méntrida”
(número de fábrica 5873), entró en servicio en 1908
y la segunda, “Almorox” (número de fábrica 6703) en
1912.
En 1953, las máquinas
números 2 y 10 se trasladaron al ferrocarril de Fuencarral
a Colmenar Viejo y se trajeron tres más potentes tipo
131, construidas en 1922 por MTM de Barcelona para el
Ferrocarril Vasco-Navarro y que habían sido trasladadas
al de Colmenar Viejo. Fueron éstas, las últimas
locomotoras de vapor que prestaron servicio en el Ferrocarril
Madrid a Almorox.
Locomotoras |
Nº |
Nombre |
Fabricante |
Nº
Fábrica |
Año |
Tipo |
Notas |
1 |
Madrid |
Krauss |
2296 |
1890 |
0-3-0T |
|
2 |
Guadarrama |
Krauss |
2299 |
1890 |
0-3-0T |
En 1953 se traslada al Ferrocarril Fuencarral
a Colmenar Viejo |
3 |
Navalcarnero |
Krauss |
2298 |
1890 |
0-3-0T |
|
4 |
Alberche |
Krauss |
2297 |
1890 |
0-3-0T |
|
5 |
Villa del Prado |
Krauss |
2300 |
1890 |
0-3-0T |
|
6 |
Alamín |
Couillet |
|
|
0-3-1T |
Llega en 1934 procedente del Ferrocarril de Fuengirola |
7 |
Móstoles |
Couillet |
|
|
0-3-1T |
|
8 |
Villamanta |
Couillet |
|
|
0-3-1T |
|
11 |
Zardo |
Couillet |
1076 |
1893 |
020+020T |
Sistema Mallet |
9 |
Méntrida |
Krauss |
5873 |
1908 |
0-3-0T |
|
10 |
Almorox |
Krauss |
6703 |
1912 |
0-3-0T |
En 1953 se traslada al Ferrocarril de Fuencarral
a Colmenar Viejo |
13 |
|
MTM |
143 |
1922 |
1-3-1T |
Proceden del Ferrocarrl Fuencarral
a Colmenar Viejo, y a su vez del Ferrocarril Vasco-Navarro |
14 |
|
MTM |
144 |
1922 |
1-3-1T |
15 |
|
MTM |
145 |
1922 |
1-3-1T |
|
|
Batignolles |
1204 |
|
|
Diésel-hidráulicas de 500 CV |
|
|
Batignolles |
1208 |
|
|
|
|
Creusot |
|
|
|
Diésel-eléctrica de 675 CV |
Tracción diésel
A partir de 1957 se inició la
tracción diésel con dos locomotoras diésel-hidráulicas,
de 500 CV, construidas en Francia por la casa Batignolles,
seguidas de una diésel-eléctrica de bogies, con
675 CV, servida por Creusot. Asimismo se pusieron en
servicio cuatro automotores diésel suministrados
por la casa Ferrostahl y construidos en Alemania, con
los que pudieron acelerarse notablemente los horarios
de marcha. Estos automotores serían sustituidos por
dos franceses de la casa Billard y otros dos MAN del
año 1954, traídos del Ferrocarril de Ceuta a Tetuán.
Automotores |
Fabricante |
Numeración |
Notas |
Ferrostahl |
2012, 2020, 2027 y 2028 |
Llegan en 1959
El 2012 procede del Olot - Gerona |
Billard |
2120 y 2144 |
Llegan en 1963 |
MAN |
2201 y 2202 |
Llegan en 1956 del Ferrocarril de Ceuta a
Tetuán
Fabricados en 1954 |
Carde y Escoriaza |
|
Tipo Zaragoza. Adquirido en 1962
Procede del Central de Aragón |
Coches de viajeros
y vagones de mercancías
En sus comienzos, el Ferrocarril
contaba con 30 coches de viajeros, más un coche
salón de servicio, repartidos en dos de primera clase,
seis de segunda, veinte de tercera y dos mixtos, todos
de dos ejes y puertas laterales. Contaba además con
tres furgones, veinte vagones cerrados y treinta y nueve
abiertos.
El parque de vagones
se fue incrementando paulatinamente hasta llegar a más
de 300 vagones. Tras la guerra civil, se trajo material
del Ferrocarril Vasco-Navarro cuando este fue electrificado,
sustituyéndose los coches antiguos de dos ejes por otros
de bogies y balconcillos.
En los últimos años
el servicio era atendido con apenas una decena de coches,
aparte de los automotores y con una centena de vagones.
Clausura
Todas estas medidas resultaron
insuficientes para contrarrestar la competencia de la
carretera, más rápida y sobre todo, con lugares de salida
en Madrid mucho más céntricos. Tampoco sirvió de mucho
el tardío enlace establecido con el ferrocarril suburbano
de Carabanchel. En enero de 1966, se cerró el
tramo más deficitario entre Navalcarnero y Almorox.
Pero se decidió mantener el servicio en el resto de
la línea durante un plazo prudencial por si la previsible
urbanización de esa zona de expansión pudiera justificar
la conversión de la línea en un ferrocarril suburbano.
Ese momento llegó en
1970, cuando el Consejo de Ministros del 3 de abril
aprobó las obras del Ferrocarril Madrid-Móstoles de
ancho nacional y vía doble electrificada, lo que significaba
el cese del tráfico en el tramo de vía estrecha entre
Madrid y Navalcarnero, hecho que tendría lugar el 30
de junio de 1970.
Esta nueva línea aprovechó,
en parte, el antiguo trazado del ferrocarril. El origen
se situó en la antigua estación de Empalme (desapareciendo
la estación de Goya), donde enlazaba con la línea del
suburbano de Plaza de España a Carabanchel, explotada
por FEVE y que posteriormente se integró en el Metro
como línea 10.
Hoy en día, los restos
de este ferrocarril están englobados en la moderna línea
de cercanías C-5 de RENFE que enlaza Móstoles con Fuenlabrada.
El Ferrocarril del
Alberche
Este Ferrocarril, que nunca llegó
a terminarse, se concibió, como ya se ha descrito, durante
la Dictadura de Primo de Rivera como prolongación del
Ferrocarril de vía estrecha que unía Madrid con Almorox,
con origen en la localidad de Villamanta. Pasando por
Aldea del Fresno, discurría paralelo al curso del río
Alberche hasta San Martín de Valdeiglesias, prosiguiendo
hacia el valle del Tiétar hasta Arenas de San
Pedro. Aunque el término previsto pudo estar en Plasencia
o en la localidad salmantina de Fuentes de San Esteban,
la plataforma solo llegó hasta Casavieja (Ávila).
Las obras comenzaron
en los años veinte y prosiguieron hasta la guerra civil,
quedando definitivamente abandonadas al finalizar la
contienda. A pesar de no haber sido concluido, se procedió
a su inauguración oficial tendiendo un tramo de vía
entre San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa
para lo que fue necesario transportar por carretera
un tren, el único que llegó circular por la línea. Poco
después el tramo fue desmantelado.
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