El Presidente del Gobierno, ha inaugurado esta mañana
la nueva estación de Cercanías de la Puerta
del Sol de Madrid, acompañado por el Ministro
de Fomento, la Presidenta de la Comunidad de Madrid
y el Alcalde de Madrid.
La nueva estación, ejecutada
por el Ministerio de Fomento, se pondrá en servicio
mañana domingo 28 de junio. Esta infraestructura
se enmarca en la inversión realizada por el Gobierno
de España para el conjunto de la Conexión
Atocha-Chamartín que ha ascendido a 570 millones
de euros, de los cuales 155 corresponden a las obras
de la propia estación.
La estación forma parte del
segundo túnel de cercanías entre Atocha
y Chamartín, en servicio desde el pasado 9 de
julio de 2008.
Esta actuación va a tener su
continuidad asegurada a través del Plan de Infraestructuras
Ferroviarias de Cercanías para Madrid, que el
Ministro de Fomento, José Blanco, presentó
el pasado 20 de mayo y que establece las bases para
el desarrollo de la red de cercanías en los próximos
años y en cuyo desarrollo ya está trabajando
el Ministerio de Fomento.
En cercanías
al corazón de Madrid
La puesta en servicio de la estación de Sol permitirá
el acceso de la red de cercanías al mismo centro
de Madrid, a uno de sus lugares más emblemáticos
como es la Puerta del Sol.
La estación está situada
en el nuevo túnel que une Atocha con Chamartín,
pasando por Sol, Nuevos Ministerios y, más adelante,
Alonso Martínez. Por este nuevo túnel
ya circulan las líneas C-3 y C-4 de Cercanías.
La línea C-3 une Aranjuez con
Chamartín y la línea C-4 Parla con Alcobendas
y Colmenar Viejo. Todas las localidades y estaciones
servidas por estas líneas podrán acceder
desde mañana directamente a la Puerta del Sol.
Pero también el resto de localidades y destinos
de la red de cercanías podrán hacerlo
sin cambiar de modo, con un simple trasbordo en otra
estación, como la de Atocha por la que pasan
todas las líneas de cercanías a excepción
de la que une Cercedilla con Cotos.
Desde Aranjuez se llegará a
Sol en 48 minutos, en 29 minutos desde Parla, en 28
minutos desde Alcobendas y en 37 minutos desde Colmenar
Viejo.
La puesta en servicio de la estación
de Sol también va a ser importante para el funcionamiento
de la estación de cercanías de Atocha
ya que, aunque se generarán nuevos trasbordos
para acceder a Sol por el nuevo túnel, muchos
usuarios podrán hacerlo directamente, sin necesidad
de trasbordar a la línea 1 del metro, que se
verá notablemente descongestionada.
Un nuevo y
potente intercambiador de transportes
La estación de Sol será un nuevo punto
de intercambio entre la red de cercanías y la
de metro, permitiendo una fácil conexión
entre las líneas C-3 y C-4 de cercanías
con 3 líneas de metro: la 1, la 3 y la 2 que,
hasta ahora no disponía de conexión con
cercanías.
Con ello se descongestionarán
otros intercambiadores y se favorecerá la conexión
con otros modos de transporte, haciendo en definitiva
el transporte público más atractivo para
los usuarios.
En 2010 está previsto que más
de 70.000 viajeros diarios utilicen la nueva estación
de cercanías.
En tren a
toda España
Con la puesta en servicio de la estación de Sol,
la red ferroviaria también llega al kilómetro
0. Ello permitirá un fácil acceso al centro
de Madrid a todos los que llegan a la ciudad por ferrocarril
ya que, a partir de ahora, la red de cercanías,
conecta, de forma rápida y directa, Sol con las
dos estaciones de alta velocidad. En 4 minutos se estará
en Atocha y en 10 minutos en Chamartín, pudiendo
tomar en cualquiera de ellas uno de los modernos trenes
de alta velocidad que ya llegan a numerosos puntos de
España.
En 2010, esta posibilidad se extenderá
también al tráfico aéreo ya que
las cercanías también llegarán
a la Terminal T-4 del aeropuerto de Barajas.
Una gran obra
de ingeniería
La construcción de la nueva estación de
Sol, única por sus características y emplazamiento,
ha supuesto un importante desafío técnico
que coloca a la ingeniería española en
primera línea mundial.
La estación está formada
por dos partes principales: la caverna de andenes, y
el vestíbulo de acceso a la estación y
de conexión con el metro.
La caverna de andenes está situada
bajo la manzana Este de la calle Montera y se ha construido
mediante el denominado método alemán a
partir de dos pozos de acceso situados en la propia
calle Montera y en la de la Aduana. El vestíbulo
de acceso e intercambio con metro está situado
en la parte Este de la plaza, donde estaban ubicadas
las antiguas paradas de autobuses, y se ha construido
desde la superficie mediante pantallas.
La caverna
de Sol, la más grande del mundo
La caverna de andenes de la estación de cercanías
de la Puerta del Sol es la más grande del mundo
que a día de hoy se ha excavado en suelo. Cuenta
con 207 metros de longitud, 20 de ancho, y 15 de alto.
Ha sido concebida como un espacio en dos alturas: la
zona inferior de andenes; y la superior, denominada
“mezanina”, que facilitará la circulación
de viajeros a lo largo de toda la nave para el acceso
a los andenes y al vestíbulo de la estación.
En cada andén se han proyectado
cuatro parejas de escaleras mecánicas que conectan
ambos niveles. Además, hay dos escaleras fijas
y dos ascensores, uno en cada extremo.
La caverna se ha construido mediante
un ordenado proceso de excavación y hormigonado
de sucesivas galerías, realizadas mediante métodos
mineros tradicionales, que conforman el “caparazón”
exterior de la caverna, a modo de quilla de barco invertida.
Este “caparazón”
se construyó alrededor del túnel Atocha-Chamartín
que, previamente, había sido excavado mediante
una tuneladora. Una vez finalizado el ”caparazón”,
se procedió al vaciado interior de la caverna,
a demoler el revestimiento del túnel y a la ejecución
de la contrabóveda de hormigón armado.
Para ello, en una primera fase, que
se inició en noviembre de 2004, se excavaron
dos pozos desde los que se acometió la ejecución
de la caverna. Estos pozos, con un diámetro de
7 metros, se llevaron a cabo por tramos hasta alcanzar
su nivel de base, que en el pozo de la calle Montera
se situó a 40 m de profundidad, equivalente a
un edificio de 13 plantas. Después, desde los
pozos, se ejecutaron los tratamientos previos del terreno
mediante inyecciones de consolidación, relleno
de huecos, compensación, refuerzo y mejora, todo
ello para asegurar la completa protección de
los edificios y estructuras situados sobre la caverna.
Con estas actuaciones se ha garantizado la estabilidad
de una superficie de hectárea y media. La longitud
acumulada de los taladros realizados para inyecciones
supera los 15 kilómetros.
A continuación, partiendo desde
los pozos, se excavaron las galerías de acceso
para la construcción de los elementos que forman
el “caparazón” de la caverna. En
primer lugar se excavaron y rellenaron con hormigón
las galerías que, en dos niveles, forman los
hastiales o paredes laterales de la caverna.
Al finalizar el primer nivel y antes
de ejecutar el segundo, se ejecutó la galería
superior o “de clave”, y desde ella se realizó
una nueva campaña de inyecciones en abanico con
gel de silicato, para impermeabilización y refuerzo,
dada la abundante presencia de aguas subterráneas
en la zona.
Una vez finalizado el tratamiento y
la perforación de las galerías superiores
de los hastiales, comenzó la construcción
de la bóveda, conformada por una sucesión
de pequeñas galerías denominadas “costillas”,
a modo de cuadernas de un casco de embarcación.
Completado el hormigonado de la caverna,
se inició su vaciado en dos fases. Primero se
excavo hasta la parte superior del túnel construido
con la tuneladora y, a continuación, se fue excavando,
a la vez que se demolía el túnel, finalizando
el proceso constructivo con el hormigonado del cierre
inferior de la caverna o “contrabóveda”.
Todo este proceso se ha seguido mediante
400 elementos de control, situados en la superficie
y en las edificaciones próximas, gracias a los
cuales se ha tenido un conocimiento continuo de la situación.
La instrumentación se ha completado con una modelización
informática previa del proceso constructivo de
la caverna.
Vestíbulo
de la estación. Un moderno y funcional intercambiador
El otro espacio que forma la nueva estación de
Cercanías de Sol es el vestíbulo de acceso
e intercambio con metro, cuya especial ubicación,
en el extremo Este de la plaza, en pleno centro histórico
de Madrid, condicionó el sistema de construcción
y el ritmo de ejecución.
El nuevo vestíbulo complementa
el ya existente de Metro y conecta con él en
tres niveles, configurando así un nuevo y céntrico
intercambiador de transportes en plena Puerta del Sol,
que permite enlazar la red de Cercanías con las
líneas 1, 2 y 3 de Metro. Como parte de la obra
se han mejorado las instalaciones existentes de Metro
en la Línea 1, incorporando, además, escaleras
mecánicas y un ascensor.
Además, el vestíbulo
reordena las entradas desde la superficie, creando un
nuevo acceso central en la embocadura de las calles
de Alcalá y Carrera de San Jerónimo. Este
acceso está dotado de escaleras mecánicas,
lo que ha hecho necesario, para su protección,
construir un templete, cuya singularidad y cuidado diseño
pasará a formar parte de la imagen de la Puerta
del Sol.
En el interior, los espacios se han
adaptado a las diferentes exigencias planteadas, entre
las cuales cabe destacar una nueva comisaría
de policía y el museo que alberga los restos
de la Iglesia del Buen Suceso.
El nuevo vestíbulo se ha construido
desde la superficie mediante pantallas, tiene 4.000
metros cuadrados distribuidos en seis niveles, y una
profundidad de 28 metros, equivalente a la altura de
un edificio de 9 plantas. Su construcción se
inició en marzo de 2006, una vez el ayuntamiento
autorizó la ocupación necesaria que, como
máximo no ha llegado a un tercio de la superficie
de la plaza.
Antes de iniciar las obras propiamente
dichas, fue preciso habilitar el espacio necesario para
su construcción. Para ello se llevó a
cabo una fase previa de detección y localización
de hasta 226 servicios, muchos de los cuales no figuraban
en registro alguno. Posteriormente se procedió
a su desvío, reordenación y mejora.
La complejidad del desvío de
servicios obligó a construir dos nuevas galerías,
con una altura equivalente a un edificio de 2 plantas.
En una de ellas se han ubicado dos tuberías de
suministro de agua de gran diámetro, y en la
otra el resto de servicios reordenados. También
ha sido necesario alojar en la estación un nuevo
centro de transformación eléctrica.
Durante el periodo de identificación
y desvío de servicios, en el que se coincidió
con las obras de la línea 3 de metro, la ocupación
de la plaza fue mínima. En varias ocasiones fue
preciso interrumpir esta tarea para respetar la campaña
comercial de Navidad y para la realización de
actos institucionales.
Un museo dentro
de la estación
En mayo de 2006, al iniciarse la construcción
del vestíbulo de la estación, se hallaron
unos restos que resultaron pertenecer a la cimentación
de la antigua Iglesia del Buen Suceso. El hallazgo se
produjo como consecuencia de los reconocimientos que,
ante la previsible aparición de restos arqueológicos,
estaba realizando el Ministerio de Fomento en el emplazamiento
que había señalado la Dirección
General de Patrimonio Histórico de la Comunidad
de Madrid.
Esta última ordenó entonces
la inmediata paralización de las obras y hasta
mediados de enero de 2007 no autorizó la retirada
y traslado de los restos. La operación duró
hasta finales de abril de ese año, fecha en la
que pudieron reanudarse, tras el paréntesis de
un año, las obras del vestíbulo.
El Ministerio de Fomento acordó
con la Comunidad de Madrid que los restos de la cimentación
de la Iglesia se emplazasen definitivamente en el interior
del vestíbulo de la estación, en una planta
intermedia, conciliado así la conservación
de nuestro patrimonio con la construcción del
intercambiador.
Para ello se procedió a su corte
y protección, trasladándolos temporalmente.
Una vez construido el forjado del vestíbulo,
se procedió a su colocación en el emplazamiento
definitivo. La instalación se ha completado posteriormente
con un cuidado tratamiento museístico, realizado
en coordinación con la Comunidad e integrado
en la arquitectura interior del nuevo intercambiador.
De esta forma, los visitantes podrán tener una
idea más clara del significado de los restos
y conocer una parte de la historia de la ciudad.
Un cuidado
acabado
El emplazamiento de la estación, en uno de los
lugares más representativos de la ciudad, y la
importancia de la obra de ingeniería realizada,
han llevado al Ministerio de Fomento a prestar una especial
atención al acabado de la estación, que
ha sido objeto de un cuidado tratamiento arquitectónico
para el que se ha contado con la colaboración
de Antonio Fernández Alba, arquitecto de reconocido
prestigio y académico de la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando.
Así, desde el momento en que
entre en la estación, el viajero podrá
observar que se ha cuidado cada detalle. El nuevo acceso
central en si es buena prueba de ello y está
destinado a ser una imagen representativa, tanto de
la estación como de la plaza. En su diseño
se ha buscado una adecuada interacción con el
entorno público que lo rodea, creando un “caleidoscopio
urbano” que refleje la gran variedad de actividades
de la Puerta del Sol.
En el interior se han empleado los
materiales habituales en una estación de transportes,
dada la amplia experiencia en su comportamiento y mantenimiento.
Sin embargo se han cuidado con especial atención
los detalles, aportado nuevos elementos cromáticos
y estéticos que modifican su aspecto visual.
En el vestíbulo se ha buscado
además la integración de los restos arqueológicos
de la cimentación de la Iglesia del Buen Suceso
que, dentro de él, han quedado expuestos al público.
También, como es habitual en las estaciones ferroviarias,
la de Sol cuenta con un reloj que, en este caso, reproduce
en su esfera la del famoso reloj de la plaza, con el
que, tradicionalmente, se recibe el nuevo año.
En la caverna de andenes, dada la singularidad
de la obra civil ejecutada, se ha intentado mantener
su forma, por eso los revestimientos han mantenido su
paramento curvo, incorporando medidas de atenuación
del ruido, con el empleo de materiales porosos, y unos
arcos del mismo material con el que se han forrado las
paredes planas, a modo de costillas, que nos recuerdan
el proceso constructivo.
Una estación
accesible
Como viene siendo norma en las estaciones promovidas
por el Ministerio de Fomento, en la de Sol también
se ha prestado especial atención a la accesibilidad
para las personas discapacitadas. Se han incorporado,
entre otras medidas: franja guía de orientación
(integrada en el pavimento), indicaciones en braille
en las barandillas y ascensores, doble pasamanos en
barandillas, pavimento señalizador en borde de
andén, así como cordón luminoso
que en el andén señala la parada del tren.
Exposición
Coincidiendo con la puesta en servicio de la estación,
en el extremo Norte de la caverna de andenes, se ha
instalado una exposición donde, mediante paneles
y videos, todos los visitantes que estén interesados
en ello podrán informarse sobre su construcción,
la red de cercanías o algunos datos e imágenes
de la historia de la plaza.
Las actuaciones que, en materia de
ferrocarriles, se ejecutan dentro del Plan Estratégico
de Infraestructuras y Transporte 2005-2020 (P.E.I.T.),
pueden consultarse en la sección "El
PEIT, al Día".
10-07-2008
- Entra el servicio el nuevo túnel entre Atocha
y Chamartín.
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