Hoy ha tenido lugar
el acto del calado del túnel de la futura línea
ferroviaria entre Chamartín y la Terminal T4
del aeropuerto de Barajas, que está construyendo
el Ministerio de Fomento. Las obras fueron autorizadas
por el Consejo de Ministros de 20 de octubre de 2006
y licitadas por el Ministerio de Fomento por un presupuesto
de 165.922.813,15 € y plazo ejecución de
las obras de 34 meses. Fueron adjudicadas en marzo de
2007 a la Unión Temporal de Empresas formada
por Ferrovial Agromán, S.A y Azvi S.A., por un
importe de 109.558.834 euros y plazo de ejecución
de 34 meses.
La longitud de la nueva línea,
entre las estaciones de Chamartín y la terminal
T-4, será de 8,8 km. Estas obras constituyen
la parte principal del acceso, 6,9 km, y complementan
las que actualmente está realizando el Administrador
de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) en los primeros
1,9 km, en el marco de la remodelación de la
cabecera norte de la estación de Chamartín.
Reducción
de tiempos de viaje en la nueva línea
La nueva línea ferroviaria construida por el
Ministerio de Fomento entre Chamartín y Barajas
posibilitará la reducción de tiempos de
viaje al aeropuerto. Así, el recorrido entre
las estaciones de Ave de Chamartín y Atocha y
el Aeropuerto de Madrid Barajas (T4) se podrá
realizar en 10 y 24 minutos, respectivamente. Además,
desde el centro de Madrid (Puerta del Sol), se accederá
a las Terminal T-4 en 22 minutos.
Junto al nuevo trazado, el Ministerio
de Fomento habilitará tres nuevas estaciones:
Manoteras, Valdebebas y Barajas T-4. La puesta en marcha
de la nueva línea está prevista para el
próximo año. En total, el Ministerio de
Fomento destinará más de 161,7 millones
de euros a su construcción.
Características
y beneficios de la línea
Las obras del acceso ferroviario al aeropuerto de Barajas
se dividen en dos tramos, uno de ellos soterrado:
Un primer tramo de cuadruplicación
de la doble vía de contorno de Hortaleza con
una longitud aproximada de 4,1 Km, que va desde la cabecera
norte de la estación de Chamartín hasta
el cruce con la M-40 (1,9 Km correspondientes a Adif
y 2,2 a Fomento). En este tramo, se construye además
la estación de Manoteras, que permitirá
el intercambio de viajeros con la línea ML1 de
Metro Ligero entre Pinar de Chamartín y Las Tablas.
Un segundo tramo consistente en una
doble vía de nuevo trazado soterrado en su totalidad.
La longitud de este tramo es de 4,7 km. En este tramo,
destaca la ejecución de la estación de
Valdebebas, que prestará servicio al nuevo desarrollo
urbanístico, a la ampliación de los recintos
feriales Juan Carlos I (IFEMA), a la Ciudad Deportiva
del Real Madrid y a la futura Ciudad de la Justicia.
La línea finaliza en la estación de Barajas-T4.
El tramo soterrado está equipado
con:
- Siete pozos de ventilación y salida de emergencia.
- Dos rampas de acceso de vehículos ligeros
y pesados.
- Acceso al túnel mediante ascensor para ambulancias
en las estaciones subterráneas.
- Vía en placa sobre plano único para
facilitar la evacuación.
- Cable de detección de incendios.
- Telefonía móvil incluso en el tramo
subterráneo.
Las nuevas estaciones facilitarán
la conexión con la EMT en las estaciones de Valdebebas
y Manoteras (Fuente de la Mora) y, en esta última,
también con el metro ligero. En Barajas-T4 existirá
correspondencia con la red de Metro y EMT.
El calado
del túnel
Se denomina calado o “cale” a la fase final
en la excavación de un túnel. Está
mañana se ha asistido a la excavación
del último avance del túnel ejecutado
desde el lado Chamartín. Se han unido de este
modo los dos frentes de ataque que, durante los últimos
meses, se venían excavando desde ambos sentidos:
Chamartín y Valdebebas.
Este túnel se ha construido
por el método belga. Consiste en ejecutar su
sección por avances de unos dos metros y medio
de longitud. La excavación del túnel se
realiza por procedimientos manuales, en fases de sección
reducida, de manera que según se va excavando
se va realizando la entibación. Así, en
primer lugar se excava una pequeña sección,
“la mina”, situada en la clave del túnel.
Una vez sostenida ésta, mediante entibación
de madera, se empieza a abrir lateralmente su sección
hasta tener completamente excavada y sostenida la bóveda
en toda la longitud del avance, momento en el que se
procede a su hormigonado. Esta operación se suele
completar cada 24 horas, de manera que la sección
del túnel queda ya con el que será su
revestimiento definitivo.
Posteriormente, unos metros más
atrás del frente, se procede a la construcción
de la totalidad de la sección del túnel,
ejecutando sus hastiales, o paredes laterales, y, finalmente,
la contrabóveda, con la que se concluye la excavación.
Este método tradicional busca
tener en cada momento pequeños frentes de excavación
abiertos, aumentando así la seguridad de todo
el proceso constructivo.
Las actuaciones que, en materia de
ferrocarriles, se ejecutan dentro del Plan Estratégico
de Infraestructuras y Transporte 2005-2020 (P.E.I.T.),
pueden consultarse en la sección "El
PEIT, al Día".
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